Agricultura: el reto es poner a producir cada cordel

 

La agricultura de Villa Clara no pudo escapar al complejo entorno que caracterizó al 2021 y el déficit de insumos se reflejó en un marcado desabastecimiento de productos agrícolas en la red de mercados durante los primeros 8 meses del año. A partir de septiembre los propios consumidores constataron un creciente incremento de la producción pero tras la derogación de los precios topados han sido prácticamente inaccesibles para las capas de menos ingresos muchos renglones que son necesarios para la alimentación del pueblo. En el caso de Villa Clara solo fueron topados la yuca, el boniato y el plátano burro. El sobrecumplimiento del plan de siembra de primavera y la buena marcha de la campaña de frío que concluye el 28 de febrero genera optimismo entre quienes opinan que solo con el incremento de la producción podría ponerse freno a la enorme inflación que afecta a prácticamente todos los bienes y servicios, pero que resulta más sensible en el caso de los alimentos que se demandan diariamente. Gran aceptación entre los productores ha tenido la autorización de la venta directa de sus producciones, establecida por la nueva política de comercialización que entre otras ventajas propicia que estas lleguen más frescas y sin intermediarios al consumidor.


Durante el 2021 no fue posible llegar a las 30 libras mensuales por habitante como promedio de viandas, hortalizas, granos y frutales, contempladas por el Programa de Autoabastecimiento Municipal con el mayor incumplimiento en Sagua la Grande y Santa Clara y los mejores resultados en Quemado de Güines. Para acelerar la materialización de este programa que también contempla a mediano plazo la distribución de 5 kilogramos de proteína por habitante reclama un impulso superior a la ejecución de módulos pecuarios por todas las formas productivas y el desarrollo de la agricultura familiar. El proyecto de desarrollo local de la granja avícola Picadora en Santa Clara que deberá aportar 800 mil aves al año entre pollitos semirústicos, camperos y pavitos no es suficiente pero indica el camino para convertir los consumidores en productores.
Por segundo año consecutivo la ganadería vacuna en Villa Clara cerró con un notable incumplimiento de su plan de entrega de leche a la industria aunque justo es reconocer que el incremento del precio de compra a 20 pesos por litro a partir de primero de noviembre tuvo un impacto favorable en el acopio de ese alimento. La autorización del sacrificio de reses por parte de su propietario tras cumplir un grupo de requisitos generó entusiasmo entre los ganaderos y esperanza en los consumidores y debe tener un impacto creciente en la atención de los rebaños, el aseguramiento de su base alimentaria, la mejora genética y el crecimiento de la masa.
Si la producción porcina cayó más de un 40 por ciento del año 2019 al 2020, en el 2021 se profundizó el deterioro de esa rama ante la imposibilidad del país de importar materias primas para el pienso, y a la todavía insuficiente respuesta de la producción nacional de alimento animal. Los altísimos precios de venta de la carne de cerdo tienen un impacto negativo superior en una provincia que ha sido durante muchos años la mayor productora del país y cuyos consumidores se acostumbraron a consumirla a un costo asequible en casillas y mercados.
Como verdaderos guerreros los avicultores han tenido que enfrentar la inestabilidad en el suministro de alimentos para las gallinas, a pesar de la prioridad otorgada, para asegurar la cuota normada de esa proteína imprescindible para la familia cubana durante los 12 meses del año. En el actual escenario resulta imprescindible dar mayor impulso a la avicultura popular para incrementar el consumo de carne y huevos.
Consolidan su trabajo los cafetaleros que trabajan arduamente para llegar al estimado en los primeros días de enero y cumplir sus compromisos con destino a la exportación del grano, muy demandado en el mercado internacional por su tradicional calidad. Continuar la extensión de la siembra de café en el llano, y motivar a plantar posturas en los patios es la mejor manera de contribuir a satisfacer la demanda de nuestra infusión nacional.
En el tabaco agrícola que es el principal rubro exportable de la agricultura cubana, el déficit de insumos imprescindibles debido a la grave situación económica del país provocada por la Covid y el recrudecimiento del bloqueo imposibilitaron la siembra de más de 300 hectáreas de tabaco en Villa Clara en la actual campaña. En el tapado sin embargo, que garantiza la capa para la exportación, la provincia alcanza magníficos resultados.
Los apicultores fueron durante todo el año batalladores incansables, con plena conciencia de lo que significa aportar divisas a la economía en tiempos tan complejos y de unas 500 toneladas de miel de abejas acopiadas en el 2020 saltaron a casi 900 en el 2021, del importante rubro exportable.
Tras finalizar un año tan duro en que los productores agrícolas tuvieron que hacer magia con la tierra para producir prácticamente sin insumos, el compromiso con el pueblo debe ser poner a producir cada cordel de tierra ociosa e improductiva para incrementar la producción en el 2022 y hacerla accesible con la disminución de los precios, a los consumidores, sin olvidar un instante que hablamos de una actividad caracterizada por la máxima dirección del país como de alta seguridad nacional.

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