Maykel Santana era custodio de una escuela en Camajuaní pero un día se percató de una verdad que ya había dejado escrita nuestro Héroe Nacional José Martí: “la agricultura es la única fuente constante, cierta y enteramente pura de riquezas”, puso manos a la obra, recibió tierras en usufructo y hoy fomenta una de las fincas más hermosas y productivas de Villa Clara.