Con la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional me ocurre igual que con la novela Paradiso de José Lezama Lima, no discuto sus méritos pero no he podido terminar de leerla, en este caso no solo por el denso lenguaje de las leyes, sino también porque más importante que la ley es su propósito pendiente de cumplir que es “dar acceso a toda la población a una alimentación suficiente, diversa, balanceada, nutritiva, inocua y saludable!.

 

Tras concluir la reunión Valdés Mesa visitó la finca del destacado productor de tabaco tapado Onenci Vega Lozano, quien ya cuenta con su propia escogida, y en su diálogo con el veguero indicó que es necesario elevar el rendimiento del tabaco, cumplir los ciclos, sembrar en la época óptima y cuidar nuestros torcedores.

 

“En lo común de la naturaleza humana se necesita ser próspero para ser bueno”. No conozco si Linner Marrero Turiño, el joven y al mismo tiempo experimentado veguero de Falcón porque lleva más de 10 años sembrando tabaco, habrá leído esta frase de José Martí, pero el mismo es la prueba de su veracidad, no hay dinero ganado que pueda mellar su generosidad y espíritu solidario.