El ingeniero pecuario Miguel Rodríguez Gálvez lleva cuatro años como subdelegado del reino animal de la agricultura en Villa Clara, pero son muchos los potreros que ha “zapateado” detrás de los rebaños desde que se graduó en 1989 en la Universidad Central de Las Villas y comenzó a trabajar como técnico en alimentación en la granja de vaquerías típicas de Mordazo, de la empresa pecuaria Cascajal, donde fue posteriormente jefe de producción y director.
Sufre con los problemas de nuestra ganadería bovina, quizás en su peor momento, pero ama tanto su especialidad que no se olvidó de las vacas ni cuando era el cuarto bate del mismo equipo de béisbol de su coterráneo Ariel Borrero, y con sus “palos” desapareció varias pelotas. Ahora frente al micrófono del periodista le tira a todo lo que se parezca a strike. Si conectó jonrón, hit, o se ponchó, lo dejo a consideración de cada lector que tenga paciencia para llegar hasta el final.