Si, los consumidores de Villa Clara recibiremos otra vuelta de papa, pero para saber cuántas libras serían debemos esperar a la extracción del tubérculo de la tierra, porque esta ha sido una campaña agónica, compleja, difícil, con graves limitaciones de recursos y un clima adverso, por lo que nadie se atrevería a pronosticar las toneladas que están aún debajo de la tierra o el por ciento de pudrición, cuando la cosecha entra en su recta final. Pero una conversación con Adalberto Machado, reconocido especialista al frente del cultivo en la Delegación Provincial de la Agricultura, aunque no permita leer buenas noticias, si esclarece cualquier duda sobre lo ocurrido en la campaña.
Periodista- ¿Cuántas hectáreas de papa se perdieron en esta campaña?
Adalberto- Bueno, como tú sabes se plantaron 400 hectáreas en la provincia y de ellas se perdieron 10 hectáreas en la primera etapa de la semilla nacional, siete en Quemado de Güines y tres en Remedios.
Periodista- Además de los problemas de recursos que han afectado la papa el clima tampoco ha ayudado. ¿No lo cree usted?
Adalberto- Realmente la lluvia nos jugó una mala pasada sobre todo en la variedad Manitou que es una papa más sensible que la Romano. O sea de esta variedad Manitou hubo una demolición total de 10 hectáreas y las otras áreas se comportaron con una población entre el 60 y el 65 por ciento.
Periodista- Sin una protección fitosanitaria adecuada ha sido imposible evitar afectaciones tanto por el tizón tardío como el tizón temprano.
Adalberto- Si, esta papa que ya a finales de diciembre y comienzos de enero tenía su tamaño, a los 30 días aproximadamente, realmente fue afectada por el tizón como consecuencia de las altas temperaturas y la humedad relativa alta.
Periodista- Se planificó una producción de más de 7 mil toneladas de papa en Villa Clara. ¿Con cuántas toneladas aproximadamente se prevé cerrar?
Adalberto- Bueno, la provincia tenía un plan técnico económico de algo más de 7 mil 900 toneladas, y en números redondos debemos quedar unas mil toneladas por debajo. El rendimiento en la papa de semilla nacional fue de 14,7 toneladas por hectárea de 17 que se había planificado, y en la importada tampoco es posible llegarle a lo previsto. Es incuestionable que el incumplimiento de la estrategia fitosanitaria nos ha afectado, la carencia de fungicidas nos ha llevado al piso.
Periodista- Ahora bien, en medio de circunstancias muy desfavorables como usted sabe, hay campos, máquinas, municipios, donde se lograron mejores resultados.
Adalberto- Eso es verdad, tenemos buenos ejemplos, tenemos que seguir trabajando el tema de las variedades porque este año tuvimos que sembrar las que nos asignaron, no las que pedimos a la dirección nacional del cultivo, pero por ejemplo la variedad Ultra que se comportó mal el año pasado en el Valle del Yabú este año fue muy buena en las arenas de Manacas con un rendimiento entre 25 y 26 toneladas por hectárea, una papa fuerte, pareja, no susceptible a tizón.
Periodista- ¿Y usted cree que sea solo por la variedad o hay otros elementos subjetivos que también influyen?
Adalberto- En Manacas se está trabajando bien la papa, el tratamiento fue bueno, pero indudablemente la variedad ha influido mucho en el resultado.
Periodista- En sentido general pudiera decirse entonces que se ha logrado un resultado aceptable teniendo en cuenta la situación agónica que ha tenido la campaña, pero siempre se puede hacer más.
Adalberto- Si, siempre hay cosas subjetivas, que dependen del hombre, del momento exacto de hacer las cosas. O sea puede decirse que siempre falta un poco más y hay que jugar estrategias. Mira, ahora mismo tenemos una situación muy compleja con la cosecha en Yabú y Santo Domingo, que lleva un ritmo más acelerado del que estamos teniendo. Y si no lo resolvemos corremos el riesgo de que se siga afectando más la papa.
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