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La joya agrícola de “Los Manteletas”

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La finca “Los Manteletas” es como una joya agrícola de 114 hectáreas incrustada cerca de Jinaguayabo en Remedios, tiene de todo para enseñar al visitante, desde hermosos campos con más de 20 especies de frutales cuyos suelos se fertilizan con humus de lombriz producido allí mismo, hasta una ganadería envidiable con toros en ceba que jamás conocieron el hambre. Los hermanos Rolando y Reidel Pérez Gonzales de la CCS Felipe Rodríguez del Río, han labrado con sus manos la encantadora obra. Nos recibió Rolando, y Oscar González, el primo que es agrónomo, y lo ayudó a fomentar la lombricultura.
Rolando- Nos gusta producir de todo, somos fuertes en cultivos varios, frutales, ceba de toros. Y estamos ahora implementando la lombricultura porque nos vamos a insertar en la siembra de hortalizas.
Periodista- Dicen que en Cuba no hay fertilizantes pero estoy viendo una enorme cantidad de humus de lombriz producido por usted mismo. Explique como lo hace.

Los manteletas
Rolando- No es difícil, se puede producir de manera rústica, hasta con cepas de plátano se puede hacer, lo único es que hay tenerle amor y cariño y con desechos de cosecha, estiércol del ganado, se le echa las lombrices, el secreto de la lombricultura es el agua y los desechos para que la lombriz coma, ella come hasta cartón. Yo estoy sacando todos los meses unas seis toneladas de abono.
Periodista- ¿Usted me quiere decir que cualquier campesino en condiciones más rústicas que las suyas puede también producir humus de lombriz?
Rolando- Como que no, se puede hacer más chiquita, se puede hacer de diferentes formas, lo que hay que tener es cultura y sacrificarse para poder tener su propio abono, ya que en Cuba no hay abono.
Periodista- ¿Cómo logró usted desarrollar la lombricultura?
Rolando- Estiércol uso el de mi ganado y el que me dan los vecinos que estabulan sus animales y yo lo recojo, y ya después que tengas el pie de cría las mismas lombrices se reproducen. Yo tengo una cantidad de lombrices que me comen diez centímetros en dos días, ya me sobran.
Periodista- Y estoy viendo que tiene una loma de humus de lombriz
Rolando- Ya tengo producidas más de 20 toneladas. Tengo esto diseñado para sacar seis toneladas de abono todos los meses porque tengo cuatro cámaras en rotación.
Periodista- ¿Y ese volumen satisface la demanda de la finca?
Rolando- No solo satisface, me sobra. Ya les estoy dando a los vecinos, les he dado a campesinos amistades mías, le he dado para que rieguen directo el que saco por abajo porque también dreno la urea, que es un líquido que además de fertilizar protege los cultivos de plagas y enfermedades, y la doy para ayudarlos.
Periodista- Usted podría comercializar los excedentes. Me han dicho por ejemplo que a una mata de limón, tan difícil de lograr, usted le echa humus de lombriz y crece hermosa y saludable.
Rolando- Yo diría que todas las plantas cuando usted las fertiliza con humus de lombriz se transforman, porque yo lo he hecho y cambian de inmediato.
Periodista- No puede ser casual que los que tienen recursos en el mundo usen el humus de lombriz y nosotros cubanos con tantos problemas económicos estemos esperando por fertilizantes importados.
Rolando- El campesino tiene que ver las cosas con sus ojos, no basta con decírselas. Y además nos adaptamos a lo bueno, a los químicos, a que nos lo traigan todo, pero ahora vivimos momentos difíciles y hay que sacrificarse.
Periodista- Yo no diría adaptarse a lo bueno sino adaptarse a lo fácil.
Rolando- Si es verdad, tienes razón, adaptarse a lo fácil.
Periodista- Porque el humus de lombriz es tremendo fertilizante
Rolando- Y además es un nutriste del suelo agroecológico, una cosa que es buena, que no es químico, que no hace daño, buena para el suelo y buena para no dañar el medio ambiente.
Periodista- Rolando, usted tiene además una ceba de toro que es una maravilla a simple vista.
Rolando- Si, los toros de nosotros se entregan con un peso promedio de mas de 450 kilogramos y hasta 500. Y na, es porque nos gusta trabajar y tener la finca limpia, eso es lo de nosotros, trabajar en el campo.
Periodista-Usted debe sentirse orgulloso entonces de ser campesino.
Rolando- Me siento muy orgulloso de ser campesino y nunca me olvido que gracias a la revolución tengo todo esto, porque si no fuera por ella no tendría las tierras para hacerla producir. Y eso es lo que estoy haciendo yo, cumpliendo con la revolución, produciendo para el pueblo.
Periodista- O sea, usted no recibió la tierra por la ley de reforma agraria pero la recibió porque hay revolución.
Rolando- Gracias a la revolución tengo todo lo que tengo, y por eso cada día voy a trabajar más y seré más eficiente.

 

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